Llegaron las naciones de otoño, no tenemos ningún viaje planificado, así que haremos un plan sencillo de vacaciones, nos quedamos en casa, no tenemos pensado ir de viaje.
Para muchos padres puede sonar riguroso tener un plan de vacaciones, sin embargo este constituye en un punto de partida, el niño será capaz de reconocer responsabilidades (aún en las vacaciones) y querer cumplirlas. Así lograremos varias cosas:
- que el niño se implique en su propio tiempo libre y sepa que es su responsabilidad no «aburrirse»
- sentido del orden, hacer sistemáticamente las cosas da a todos los seres humanos un sentido de seguridad
- noción del tiempo, enseñarles que por más de que se trate de tiempo libre, el valor del tiempo es limitado y por lo tanto importante organizarlo y llevar a cabo aquellas actividades que nos gustan más
- construcción de personalidad, probar varias actividades que si bien son de tiempo libre, les permitirá encontrar sus talentos y desarrollarlos
Para llevar a cabo un plan exitoso desarrollamos tres pasos clave:
- Listado de Actividades
Lo primero que hicimos fue un listado de actividades, cada niño dio las ideas que más le interesaban para estas vacaciones, algunas de las ideas fueron:
- Dibujar, pintar.
- Paseos donde buscáramos hojitas, plantas y piedras llamativas.
- Visita a la biblioteca.
- Ejercicios de lectura y cálculo mental (sí, ya sé… mi hijo mayor es un nerd)
- Ir al parque
- Plastilina
- Hacer limpieza, ordenar y clasificar juguetes (donar los que ya no utilizan)
- Hacer experimentos, por ejemplo derretir crayones y ver qué colores salen de las mezclas.
- Cocinar
2. Hacer listado de comida que les interesa preparar y comer en estos días
- panqueques (clásico de los niños)
- palomitas de maíz
- quesadillas, nachos
- tortilla de papas
- nuggets
3. Hacer un listado de las reglas
- obedecer, especialmente si estamos en la calle.
- tratarse con cariño y no pelear
- ordenar, cada cosa tiene su sitio
Al finalizar las vacaciones podemos comparar nuestra planificación con la realidad y ver qué tareas quedaron pendientes, cuáles se llevaron a cabo con éxito y merecen ser repetidas las siguientes vacaciones. Los niños aprenderán tanto a identificar lo que les gusta más hacer como a ser flexibles, puesto que es muy complicado seguir a cabalidad un plan, más aún un plan de vacaciones que debe ser flexible, que se acomode a los niños, al clima, a las circunstancias.