Gracias

Mamitas, las he tenido muy abandonadas, no olvidadas… pero quería compartir algo muy personal y lindo que me pasó y este post no es para presumir, sino más bien para animar…


Soy una mamá de tres varones de 8, de 4 y de 2 años, además vivimos fuera de mi país de origen hace algunos años, lo cual implica que no tenemos ayuda de nuestras familias extensas.

Acabo de defender mi tesis de doctorado de la Universidad Bremen en Alemania, me costó más del doble de tiempo que le cuesta a un estudiante «normal», pero también significó para mí el doble de gratitud y alegría, porque significó esfuerzo y sacrificio.

La palabra «sacrificio» proviene del latín «sacrum» + «facere»; es decir, «hacer sagradas las cosas», honrarlas, entregarlas.Por el uso y costumbre no siempre tan positiva, se la vincula con dolor o pérdida, pero este no es el sentido. Entregué horas de ocio, de entretenimiento, de quedarme más tiempo en cama e incluso tiempo con la familia, pero a cambio he recibido mucho, aprendizaje, satisfacción, la posibilidad de mejorar laboralmente, etc.

Sólo quería pensar en la mamá que está estudiando y que tiene pocas horas de descanso o sueño; la que tiene que trabajar, mantener el hogar y además estudiar; la que tiene un hijo o familiar enfermo y apoya su libro en una camilla; la que al lado de su computadora tiene las lecturas que tiene que terminar o el trabajo que tiene que entregar; la que sale corriendo del trabajo o la casa a sus clases y así podría seguir y seguir…

Sí se puede y este sacrificio que haces vale mucho la pena… más bien dicho vale mucha alegría y nuevas oportunidades, no te rindas porque la meta está cada día más cerca.
Con amor, Paola